Sociedad Teosófica en Uruguay
El vegetarianismo no es en modo alguno un requisito para ser miembro de la S.T. Sin embargo muchos teósofos fueron y son vegetarianos, ya que los principios teosóficos convergen a apoyar esta actitud ante la vida.
La Teosofía enseña que toda la vida está interrelacionada. Mucho antes del actual interés en el holismo y la ecología, la Sabiduría Antigua señalaba el lazo de relaciones entre todas las cosas vivas.
El primer objetivo de la S. T. trata de la fraternidad universal de la humanidad, no como un ideal por el que debemos luchar sino como un hecho en la naturaleza basado en la unidad de toda vida. La noción de una fraternidad universal se extiende hasta incluir otras formas de vida. Con esta actitud, la Tierra no se ve como propiedad de la raza humana, lista para ser explotada, sino para ser cuidada y utilizar lo que nos brinda con prudencia y compasión.
Muchas religiones, particularmente las orientales, dan suficiente importancia al vegetarianismo, como para ser considerado casi como un principio. Surge de éstas el concepto de Ahimsa. Esta palabra sánscrita se traduce literalmente como indañabilidad pero su práctica implica mucho más. El escritor teosófico y pensador del siglo XX, Geoffrey Hodson se refirió a Ahimsa como "no una mera negación a no dañar, sino de Amor Cósmico positivo".
Cuando el vegetarianismo es parte de las reglas religiosas, puede aparecer simplemente como "No matarás”.
En palabras del filósofo alemán Arthur Schopenhauer: "No conozco plegaria más bella que la de los hindúes... "Que todo aquello que tiene Vida, pueda ser librado del sufrimiento."

 

 

El Pronunciamiento de Cambridge sobre la Consciencia

En este día, 7 de julio de 2012, un prominente grupo internacional de neurocientíficos, neurofarmacólogos, neurofisiólogos, neuroanatomistas y neurocientíficos computacionales cognitivos, se reunieron en la Universidad de Cambridge, para revaluar, los sustratos neurobiológicos de la experiencia consciente y comportamientos relacionados en animales humanos y no humanos. Mientras que la investigación comparativa sobre este tópico está naturalmente obstaculizada por la incapacidad de los animales no humanos y a menudos de los humanos, de comunicar fácilmente y con claridad sobre sus estados internos, las siguientes observaciones pueden ser inequívocamente planteadas:

• El campo de investigación de la Consciencia está evolucionando rápidamente. Se han desarrollados abundantes técnicas y estrategias nuevas para la investigación de animales humanos y no humanos. Por consiguiente, se ha vuelto fácilmente accesible una mayor información, y esto requiere una evaluación periódica de los preconceptos previamente mantenidos en este campo. Estudios en animales no humanos han mostrado que circuitos homólogos del cerebro, correlacionados con la experiencia consciente y la percepción, pueden ser selectivamente facilitados e interrumpidos para ser evaluados, si son de hecho necesarios, para esas experiencias. Sin embargo, para investigar lo relacionado a la consciencia en humanos, hay nuevas técnicas no invasivas fácilmente disponibles.

• Los sustratos nerviosos de las emociones no parecen estar confinados a las estructuras corticales. De hecho, las redes nerviosas subcorticales que surgen durante estados afectivos en humanos son también analíticamente importantes para la generación de comportamientos emocionales en animales. Estímulos artificiales de iguales zonas del cerebro generan en ambos, animales humanos y no humanos, los comportamientos y sentimientos correspondientes. En cualquier lugar del cerebro que uno evoque comportamientos emocionales instintivos en animales no humanos, muchos de los comportamientos siguientes serán consistentes con sentimientos experienciados, incluyendo aquellos estados internos que están guardados y penalizados. La profunda estimulación de esos sistemas en humanos también puede generar estados afectivos similares. Los sistemas asociados con los afectos están concentrados en las regiones subcorticales donde abundan los homólogos nerviosos. Los animales humanos y no humanos jóvenes sin neocortex conservan esas funciones cerebro-mentales. Además, los circuitos nerviosos que respaldan el funcionamiento electrofisiológico de alertidad, de dormir y de tomar decisiones, parece haber surgido en la evolución tan temprano como la irradiación invertebrada, siendo evidente en insectos y en moluscos cefalópodos (ej. Octopus).
• Las aves parecen ofrecer, en su comportamiento, neurobiología y neuroanatomía un caso asombroso de evolución de consciencia paralela. Pruebas próximas a niveles de conciencia similares a los humanos han sido más dramáticamente observadas en los loros grises africanos. Las redes emocionales y microcircuitos cognitivos de mamíferos y aves parecen ser mucho más homólogos de lo previamente pensado. Además, en ciertas especies de pájaros se ha encontrado que exhiben patrones neurológicos de sueño similares a los de los mamíferos, incluyendo el sueño REM, como se demostró en la zebra finches, los patrones neurofisiológicos, considerados previamente requerían un neocortex mamífero. Las urracas en particular han mostrado asombrosas similitudes con los humanos, simios grandes, delfines y elefantes en estudios de autorreconocimiento en espejo.
• El efecto de ciertos alucinógenos en humanos parece estar asociado a un trastorno en el proceso de estímulo y respuesta cortical. Intervenciones farmacológicas en animales no humanos, con componentes farmacológicos que comprobadamente afectan el comportamiento humano consciente, pueden conducir a perturbaciones similares en el comportamiento animal. Hay evidencia que sugiere que la alertidad en los humanos está relacionada con la actividad cortical, no excluyendo posibles contribuciones del proceso subcortical o cortical primario, como en la conciencia visual. Las redes subcorticales cerebrales homólogas proporcionan evidencia convincente de un valor afectivo primario, evolutivo y compartido de los sentimientos emocionales en animales humanos y no humanos.

Declaramos lo siguiente: “La ausencia de un neocortex no parece impedir a un organismo experimentar estados afectivos. Pruebas convergentes indican que los animales no humanos tienen los sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de los estados de conciencia, con la capacidad de exhibir comportamientos intencionales. En consecuencia, el peso de la evidencia indica que los humanos no son únicos en la posesión de sustratos neurológicos que generen conciencia. Los animales no humanos, incluyendo mamíferos, aves y otras criaturas, incluso pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos.”

*La Declaración de Cambridge sobre la Consciencia fue escrita por Philip Low y editada por Jaak Panksepp, Diana Reiss, David Edelman, Bruno Van Swinderen, Philip Low y Christof Koch. La Declración fue públicamente proclamada en Cambridge, UK, el 7 de julio de 2012, en la Conferencia sobre la Consciencia en Animales Humanos y no Humanos en el Memorial de Francis Crick, realizada en el Churchill College de la Universidad de Cambridge, por Low, Edelman y Koch. La Declaración fue firmada por los participantes de la conferencia esa misma tarde, en presencia de Stephen Hawking, en el Balfour Room del Hotel du Vin en Cambridge, UK. La ceremonia de la firma fue registrada por CBS 60 Minutos.

 

     

 

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